Si hay algo que me encanta de la cultura anglosajona son sus fiestas. Y me encanta también que las importemos. Aquí en España Semana Santa era época de torrijas (Benditas sean) pero desde hace unos pocos años ya es tiempo de huevos de colores y de conejos de chocolate. El huevo de pascua es el símbolo de la Semana Santa (y de la primavera en el hemisferio norte) porque representa la resurrección de Cristo (el huevo es el símbolo de la vida).
Recuerdo que durante mi niñez, que no fue aquí en España, todos los domingos de Pascua llegaban tus tíos, tus abuelos, tus primos con un huevo de chocolate para ti. Por supuesto había hasta competencia, a ver quién traía el más grande, los que ganábamos siempre eramos los niños. Los huevos de pascua estaban llenos de filigranas y figuritas de colores en glasé real y dentro tenían un juguete.
Esta Semana Santa quise hacer algo que tuviera chocolate. Uno de estos domingos aburridos (sí, esos días en que las tiendas online te llaman a gritos) estaba navegando y de pronto me encontré con los transfers de chocolate. No sé ni cómo ni dónde pero en media hora ya tenía dos carritos de la compra llenos de hojas de transfer a punto de viajar hacia Madrid. Me las compré de todos los colores. Es una técnica que puede quedar bastante hortera si se usa sin más. Pero en su justa medida yo creo que le da un toque muy chulo.
Los transfers de chocolate son unas hojas de acetato con dibujos que con el calor se traspasan al líquido con el que hacen contacto. Son esas florecitas encima del conejo.
Así que ya tenía mi hoja de transfer, mi chocolate blanco preparado, sólo me quedaba un buen cortador de conejo para hacer la galleta que tenía en mente.
Para conseguir ese cortador de conejo tuve que hacer la gincana de todos los días en Madrid, primero Comercial Minguez, luego Decake, más tarde Keyks... que si tienes algo en la cabeza y piensas que vas a encontrarlo todo en la misma tienda es que eres muy ilusa!!! Todo está repartido por la ciudad. Pues después de un día intenso de compras llegué a casa con 5 cortadores de conejos, cuatro de ellos prácticamente iguales.
Y el resultado fue éste: Galletas de mantequilla con figura de chocolate blanco.
Hace tiempo que quería hacer algo en turquesa mezclado con rosa ¡es una combinación que me encanta!
Ya vimos los cambios, aparecen las publicaciones actualizadas y todas seguidas...nos gusta....abrazos María.
ResponderEliminarQué galletas más bonitas María, a mi también me encanta el resultado turquesa y rosa, queda muy elegante. ¡¡Muxuak!!
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