Curso de Mesas Dulces




La verdad que el tema de las mesas dulces me apasiona. Empecé a interesarme por ellas después de descubrir a la gurú de las mesas dulces neoyorquina Amy Atlas, y la curiosidad se convirtió en una de mis principales aficiones. Porque sí, tengo la suerte de vivir de ello pero es que para mí es un hobby, podría estar el día entero buscando en internet cosas bonitas para decorar fiestas.

 

Y veo que es algo que no sólo me pasa a mí, tengo montón de clientas enamoradas de este tipo de mesas y que se encargan ellas solitas de montarlas. Siempre me preguntan por lugares donde comprar las cosas, por tiendas, por trucos "¿Y esos pompones?" "¿Y las pajitas azules? ¡Solo las encuentro en turquesa!"... Pues por todas estas inquietudes he decidido dar un curso completo en el que no sólo explique cómo montar una mesa dulce, también quiero dedicar una parte a la práctica, porque no es fácil enfrentarse al "Mantel blanco" y quiero que las alumnas sean capaces de hacerlo por sí mismas.



Una mesa dulces lleva semanas de preparación, con este curso aprenderéis a gestionar tiempos, sabréis donde conseguir los recursos para no hacer una gymcana innecesaria. Aprenderéis a trabajar con cartelería, lazos y troqueladoras. Y lo más importante, claro, sabréis colocar la comida perfecta y de forma ingeniosa.   


Este curso dura 5 horas. Es un viernes por la tarde. Un día perfecto para disfrutar hablando de lo que más nos gusta: Cosas bonitas, fiestas, decoración. Y sí, por supuesto que habrá merienda. ¡Os espero!



Y si queréis ser unas super reposteras de mesas dulces, no os perdáis el curso de 3 días de "Repostería para mesas dulces".










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¿Cuánto cuesta una tarta de Boda?

A partir de abril empieza la época de Bodas pero mucho antes los novios ya empiezan a indagar a través de mails, a través de foros, con qué se van a enfrentar a la hora de contratar una tarta Fondant para su boda.


El primer problema empieza en el restaurante, que generalmente ofrece su propia tarta y no les apetece que los novios aparezcan con una tarta de fuera. Ponen pegas, se inventan problemas que no existen, la cosa es que a veces para los novios es mejor olvidarse de su tarta para estar tranquilos y aceptar lo que el salón les da.

Aquí viene el principal lío a la hora de hacer el pedido. Los novios han decidido hacer lo que dice el salón /restaurante/ finca y no han hecho el pedido de la tarta a una empresa especializada. Pero llega la fecha de la boda y los novios se dan cuenta de que lo que realmente quieren es una tarta bonita para su gran día. Es por eso que los pedidos nos lo hacen bastante tarde. Todas las tartas de boda que he hecho en estos últimos años las he hecho con menos de un mes de antelación a la fecha de la boda.... lo cual no es nada normal en cuanto a este tipo de eventos, ya que todo se planea muchos meses antes.

Los novios quieren una tarta perfecta pero ojo... ya tienen la tarta y el postre del restaurante. ¡No puede ser muy cara!  Además, si hay tanto dulce ¿Cómo va a ser de verdad? tiene que ser falsa.

Las tartas falsas suelen tener dos pisos de porexpan y sólo el de arriba comestible. Así los novios pueden sacarse la foto con la tarta cortando un piso que en realidad tampoco van a comer y los demás pisos los guardan de recuerdo.

Una tarta clásica sin Fondant tiene un coste de 25€ a 42€. Los dummies de Porexpan no son gratuitos. Así que la diferencia de precio entre una tarta falsa y una tarta real no es tanta.

Según leo en foros los novios quieren encontrarse con presupuestos que básicamente consistan en cobrar por la tarta real.

Una tarta de 15 cm de diámetro por 10 cm de alto en Fondant sencilla cuesta 45€. Así que ellos pensarán: pues por un piso falso cubierto con fondant nos podrán cobrar lo que cuesta el fondant (8€ kilo). Así que el precio ideal de una una tarta de boda falsa según leo en los foros debería ser de 90€ aproximadamente.

Claro que las fotos que ellos te mandan para que te inspires en el diseño de su tarta suelen ser éstas.


 Tarta de Cotton & Crumbs

Tartas que encuentran en Pinterest, donde están las fotos más perfectas, bonitas y especiales. En Pinterest no te vas a encontrar la foto de una tarta mediocre o torcida. Los novios quieren esa perfección.

Son tartas que necesitan muchas horas de trabajo. Algunas llevan pan de oro o de plata que es excesivamente caro. Pueden llevar una o varias flores que necesitan mínimo 2 días de trabajo. Una vez que cada piso esté cubierto con fondant (los reales y los falsos), es cuando empieza el trabajo de decoración real que suele llevar un día entero. Poner un piso encima de otro a veces no se puede hacer por una sola persona, por lo tanto si trabajan dos personas en la tarta las horas de trabajo se tienen que multiplicar por dos.

Luego hay que desplazarla, llevarla al lugar de celebración y que llegue intacta. Todo esto tiene un precio y no es nada barato porque se necesita un camión frigorífico y una supervisión constante.

Así que si una tarta de boda suele costar de 5€ a 7€ la porción, dependiendo de la dificultad... no se puede hacer la cuenta de 5€ x 10 raciones= 50 € porque solo hay un piso de 10 raciones comestible. Una tarta de Bodas de 3 pisos, sin demasiado dificultad, por más que estemos hablando de un solo piso real, tiene que tener un coste de 400 €.

La diferencia entre real y falsa no es más que 25€ 40 €. Una diferencia ridícula que no va a cambiar nada. Una tarta de boda tiene que ser bonita. Y las horas de decoración son las que son. Ojalá pudieran hacerse estas tartas en un día, pero normalmente cuando hay tartas de boda con entrega en sábado, aunque los miércoles se horneen los bizcochos, empezamos el lunes con las flores y algunos detalles. Es una semana básicamente hipotecada a una sola tarta. Haced cuentas. ¿Cuánto es el salario semanal? 

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La Candy Bar de Paula

Para el Bautizo de Paula sus padres quisieron hacer una fiesta de las de verdad. Así que en el jardín de un precioso hotel de Arturo Soria montamos esta Candy Bar tan provenzal.


Todo empezó por la tarta de las nubes, que la madre de Paula vio en mi web, todo tenía que ser en los cuatro colores pastel: amarillo, rosa, azul claro y verde menta.
 

Las letras con el nombre las compré en la tienda Casa. Son unas letras de madera totalmente blancas. Recemos para que siga habiendo durante años porque ya sabéis que en Casa todo es efímero. 



Para dejarlas bonitas compré unas telas adhesivas en Sandía Project y no fue nada difícil elegirlas, porque incluso las telas vienen en grupos de 3 combinadas entre sí. Son una maravilla y sirven para tunear cualquier cosa aburrida que tengáis en casa.

Para diferenciar los elementos de la mesa nada mejor que unos cartelitos contando qué es cada cosa.


Los pompones son de La fiesta de Olivia. Una tienda online maravillosa con un montón de cosas para vuestras fiestas.



Las galletitas siempre las hago en dos colores pero esta vez combinamos los 4 colores pastel así que también decidimos ponerle los lazos de colores. Las cajitas rosas de madera son de Maison du monde. Y son estupendas porque además de decorar mucho, sirven para guardar cosas y para dar altura. 



Los vasos de los cakepops los tenemos todas! son de Ikea y valen 2,99 €! los hay en rosa, en blanco y en verde menta! que será mi siguiente compra, me parecía exagerado tener 6 pero antes de que se agoten tengo que hacerme con ellos. Para que los cake pops queden bien colocaditos les meto dentro del vaso una esponja verde de las de floristería.


Más cosas de Casa: los dos stands para cupcakes, el rosa y el azul. Yo cada vez que sale uno me lo compro, porque no se sabe cuando volverá a aparecer. En realidad cada vez que paso por Velázquez entro en Casa y rezo por que no haya nada nuevo porque si no es mi perdición. Hay cosas muy baratas y muy resultonas y como no las compres enseguida no las vuelves a ver. Como estrategia de ventas me parece super eficaz: La compra por miedo.


También son de Casa los botes de cristal (ya no los hay).


Estos otros son de Maison du Monde.


La estrella de la mesa después de la tarta, claro, es esta radio antigua que compré en Studio di Moratta, una tienda nueva en Ponzano 32 que me da la vida porque la tengo al lado. Es preciosa! entras y es como aparecer en una tiendecita de Covent Garden. Está super bonita decorada, muy cuidada la illuminación y las cosas que tiene son de ensueño. Su propietaria, Verónica, compra cosas muy especiales y los precios son estupendos.


La radio, que es antigua de verdad (y funciona!!!) ya venía tuneada con ese papel de flores y las botellitas variadas también son de la misma tienda. Les puse paniculata, rosa de pitiminí, clavel amarillo y margaritas silvestres. El portatartas que va encima es de Zara Home (de otra temporada).

Y ya para terminar les cuento de qué iba todo esto: La tarta era de vainilla con fresas naturales. Los cupcakes de zanahoria, limón y fresa, los cakepops de chocolate y las galletitas decoradas de mantequilla.

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Tarta desnuda de vainilla y fresones

Me encantan las fresas pero me cuesta encontrar fresas ricas ricas y dulces. Siempre que paso por una frutería nueva me pido un cuarto y termino tirando la mitad porque están hechas polvo. Da igual si son caras, baratas, es siempre una lotería. Sin embargo el otro día en la frutería de la esquina tenían una caja de esas gigantescas de 3 kg por sólo 3 euros y fueron las mejores fresas que he conseguido hasta ahora. Dulcísisimas y todas aprovechables.

Así que me dije, tengo que hacer esa tarta en la que siempre pienso y que hasta ahora nunca había hecho. Y no sería por la dificultad, porque vamos, más fácil imposible, y sencilla y bonita:


Tarta desnuda de vainilla y fresones.
para un molde de 15 cm de diámetro.


 La masa:

190 gramos de harina
200 gramos de azúcar
1 1/2 cucharadita de levadura química
125 gramos de mantequilla en pomada
1 cucharadita de aroma de vainilla líquido
2 huevos L
130 gramos de leche entera

Precalentamos el horno a 150º arriba y abajo sin ventilador.

Primero batimos los huevos y le añadimos la leche y la vainilla, reservamos.
En una batidora de varillas o en una procesadora o vaso con cuchillas (incluso en Thermomix) colocamos harina, azúcar y levadura. Batimos a velocidad baja y echamos poco a poco la mantequilla. Cuando se hayan formado gránulos, echamos los ingredientes líquidos en 3 veces, de forma que se integre bien y no nos salgan grumos. Batimos lo justo hasta que sea una masa homogénea.

Vertemos en un molde enmantecado y enharinado de 15 cm de diámetro y horneamos a 150º durante 50-55 minutos.

La crema de queso:

125 gramos de mantequilla en pomada
250 gramos de queso Philadelphia
300 gramos de azúcar glass
1 cucharadita de aroma de vainilla líquido

Batimos con batidora de varillas la mantequilla con el azúcar glass a velocidad baja, cuando se haya unido subimos la velocidad y batimos durante unos 3 minutos hasta que se vuelva una crema esponjosa. Bajamos la velocidad y le echamos poco a poco el queso, que se integre bien. Una vez esté todo el queso incorporado, echamos la vainilla y batimos a tope 5 minutos.


El almíbar:

100 gramos de azúcar
100 gramos de agua
Opcional Brandy

Ponemos a hervir el azúcar con el agua sin remover. Dejamos hervir unos 4 minutos a fuego medio alto. Retiramos y si nos apetece y sin escatimar, que si no no tiene gracia, echamos el Brandy.

Cómo armar la tarta:

Separamos en bizcocho en tres capas iguales. Bañamos generosamente cada una con almíbar y colocamos un trozo de bizcocho, crema, fresones troceados, otro trozo de bizcocho... y terminamos con la crema encima y el fresón más bonito.


Esta es una tarta que hay que comer sobre la marcha, porque se nos va  a secar si la dejamos de un día para otro. La solución es guardarla en la nevera cubierta con un film, al menos en las paredes.

Super sencilla, super rica, super veraniega y super fácil para llevar de picnic.
 

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Cupcakes de Fresas con Albahaca

Hace años fui a cenar a Fifteen, el restaurante de Jamie Oliver en Londres y pedí de postre Panacotta de albahaca (lo más raro de la carta lo pido yo) y bueno... me quedé en éxtasis. aquello era maravilloso. En realidad no es tan descabellado, si usamos la menta en los postres ¿Por qué no la albahaca?. 

Desde aquel día tuve constantemente el run run en mi cabeza. Hice la panacotta, que estaba muy rica pero le había dejado los trocitos de albahaca picada y no quedaba bien que se notaran. Así que sabía que para la próxima había que colarlo bien. El sabor era tan rico que supe que tenía que convertir aquello en un frosting para cupcakes. 

Y por fin lo hice esta semana!!! Es super fácil y tan rico que quita el sentido. La combinación con fresas es perfecta, es fresquito y lo mejor es que sorprende. A los conservadores no les digáis lo que es, que si no no lo van a probar. 





Cucpakes de fresas con albahaca para 12 cupcakes.


200 gramos de azúcar
200 gramos de harina de repostería sin levadura
1 cucharadita de polvos royal
1/2 cucharadita de bicarbonato
fresas en puré (80 gramos de puré que son como unas 10 fresas)
60 gramos de leche entera temperatura ambiente
1 cucharadita de aroma de vainilla
125 gramos de mantequilla temperatura ambiente
2 huevos L

Tamizamos harina y levaduras, reservamos. 
Mezclamos leche con fresas y vainilla, reservamos.
Batimos a velocidad alta con varillas mantequilla con azúcar hasta que blanquee, bajamos la velocidad y añadimos los huevos uno por uno. 
Le echamos a la mezcla de mantequilla la harina reservada (para esto bajamos la velocidad al mínimo y ya no la subimos más hasta el final), e intercalamos con la mezcla de fresas. En cuanto esté todo integrado dejamos de batir. 

Llenamos nuestro molde de cupcakes con sus respectivas cápsulas de papel hasta acabar con toda la masa. Dará para 12. Horneamos a 170 º sin ventilador arriba y abajo durante 20 minutos.

Frosting de Albahaca:

120 gramos de leche
medio manojo de albahaca
125 gramos de mantequilla
125 gramos de queso Philadelphia
250 gramos de azúcar glass

Hacemos una infusión con la albahaca en leche, a fuego medio. Luego bajamos el fuego al mínimo y lo dejamos así media hora. Colamos, apretando las hojas para que saquen todo su jugo y reservamos hasta que enfríe.

Batimos con varillas mantequilla con 3 cucharadas de infusión de albahaca durante 1 minuto.  Añadimos el azúcar glass y batimos a velocidad alta durante 5 minutos, cuando sea una crema esponjosa, echamos el queso Philadelphia poco a poco y a velocidad baja. Una vez esté integrado volvemos a batir a tope durante 5 minutos y ya está listo.

No dejéis de probarlos!! son realmente exquisitos!

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Cupcakes de plátano con dulce de leche

No existe combinación más perfecta para un cupcake. Es dulce sí, el que quiera un cupcake light debe huir de esta receta. Para el invierno es perfecto porque además lleva un jarabe de dulce de leche con un poquito de alcohol para darle un sabor especial. Es opcional, así que si hay niños, fuera jarabe.

Es un cupcake realmente rico, pero lo mejor de todo es el olor a plátano caramelizado que deja en la cocina. 


Cupcakes de plátano con dulce de leche

Para 12 cupcakes:

Para el bizcocho

150 gramos de mantequilla derretida y fría
150 gramos de azúcar glass
150 gramos de harina
2 cucharaditas de levadura química (Royal o similar)
2 huevos
2 plátanos maduros

Precalentamos el horno a 170º. 
Hacemos un puré con los plátanos.
Batimos la mantequilla con los huevos. 
Mientras, tamizamos la harina y la levadura y le añadimos el azúcar glass. Echamos los ingredientes secos a la mantequilla, batimos a velocidad mínima hasta que se integre todo. Por último añadimos el puré de plátano. Batimos unos segundos más y rellenamos las cápsulas de cupcakes hasta 2/3 de su capacidad. Horneamos 20 minutos aproximadamente.

Para el Frosting:

100 gramos de mantequilla en pomada 
100 gramos de queso Philadelphia
1 tapón de vainilla
200 gramos de azúcar glass

Batimos con varillas la mantequilla con el azúcar. Cuando llevemos 5 minutos echamos poco a poco y a velocidad baja el queso Philadelphia. Una vez que esté todo integrado echamos el tapón de vainilla y batimos a velocidad alta otros 3 minutos.  Ojo, que nos se nos pase porque puede quedarnos muy líquido. Colocamos el Frosting enseguida en una manga pastelera, yo usé una boquilla redonda.

Para el sirope de dulce de leche:

Brandy
2 cucharadas de Dulce de leche
70 ml de nata líquida para montar
una nuez de mantequilla

En un bol para microondas echamos un chorrito de Brandy, 2 cucharadas de dulce de leche, la nata y la nuez de mantequilla. Calentamos 1 minuto, pasado ese tiempo sacamos el bol, mezclamos los ingredientes y volvemos a calentar otro minuto. 

Dejamos enfriar y formamos nuestro cupcake.

Para armar el cupcake:



Hacemos un agujero con cuchillo o descorazonador en nuestra magdalena de plátano. rellenamos con una buena cucharadita de dulce de leche, no escatimemos que si no no se nota.  Tapamos la magdalena con el trocito de bizcocho. Cubrimos con el Frosting de queso y echamos el sirope por encima.

Espero que os guste!





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Como hacer una Candy Bar

La Candy Bar lleva pocos años en nuestro país, pero en el resto del mundo está implantada desde hace varios. Lo que pasa es que en España somos más de pulguita de chorizo que de macaron y claro, esta mesa dulce se hace un pelín empalagosa, pero la verdad es que llena de vida las fiestas y siempre triunfa.


Al principio la Candy Bar era un carrito de chuches, pero en los últimos años se fue volviendo más sofisticada y ahora las chuches sólo deberían complementar a un sinfín de postres artesanales, bonitos, homogéneos y deliciosos.



El nombre más correcto sería Dessert table, que es la mesa de postres de toda la vida. En Estados Unidos, Inglaterra, Argentina o Portugal durante la boda está, esperando en una esquina, la mesa de postres con tartas de diferentes sabores y todo tipos de manjares empalagosos.



Las clásicas eran bastante eclépticas, una tarta de limón por aquí, una de manzana por allá, una Selva negra que le gusta a la abuela... pero gracias a gurús como Amy Atlas, la heterogeneidad dio paso a la armonía. En sus mesas todo es impoluto, divertido, requetepensado y coqueto.



Para hacer una Candy Bar hay que seguir los siguientes pasos:

Definir un tema. ¿Para quién es esto? ¿Es para un niño? ¿Para una despedida de soltera? ¿Para una boda? ¿Es primaveral? ¿Necesitaremos una tarta con forma de R2D2 para este par de frikis? Todo eso tiene que estar super pensado. Y a partir de ahí, tenemos que decidir los colores, la cartelería, los fondos y los complementos que nos van a ayudar a diseñar nuestra mesa.



¿Cuántos invitados? Generalmente para una Candy Bar hay que calcular que cada invitado comerá 3 piezas. Pero por ejemplo si son 150 invitados no hay que hacer 150 cupcakes iguales. No todos van a comerse un cupcake. Si hay 150 invitados, lo normal es que haya unas 450 piezas. Entre galletas, cakepops, porciones de tarta, cupcakes, donuts, bolsas de palomitas...



¿Qué tengo en casa? Hay que ir al aparador (de nuestra madre si es posible) y empezar a sacar, a ver qué tenemos por aquí. Y decidimos qué bandejas, platos y jarras nos pueden servir. En tiendas como Casa, Butlers, Pórtico o Ikea hay soluciones super económicas. Por 14 € encotraremos un porta cupcakes de 3 pisos, pedestales para tartas... y en Maison du Monde hay monerías un poco más caras pero que pueden marcar la diferencia. También podemos comprar online en Cosas con encanto o en My home Style.


Es importante hacernos con bomboneras de cristal de diferentes tamaños que nos van a servir para que nuestra mesa quede espectacular. Y ya si queremos tirar la casa por la ventana, necesitaremos este maravilloso disepensador de limonada.



El mantel. Es conveniente que el mantel llegue hasta el piso. Hay sitios que alquilan manteles que encajan perfectamente con la mesa. Es una buena solución comprar tul, fruncirlo y colocarlo como un volante a lo largo de la mesa con cinta de doble cara o velcro. Esto nos viene muy bien si queremos cambiar colores. 


Altura y Simetría. A mí me han salvado la vida unos mini estantes de Ikea blancos que casi ni se ven y sirven para elevar por ejemplo una tarta. Pero esto se soluciona apoyando nuestros platos en cajas bonitas o forradas de papeles o telas que combinen con el mantel. Cuanto más arriba lleguemos con nuestros dulces más mona se verá la mesa y más visibilidad tendrán todos nuestros productos.


Los dulces. Una Candy Bar debe tener nubes, chuches o caramelos de colores similares. Tartas, cupcakes, cakepops, galletas decoradas, macarons de colores, donuts, brownies, bolsas de palomitas, incluso puede tener medias noches o sandwiches salados sobre todo si estamos hablando de un cumpleaños infantil. Eso sí, todo tiene que ser además de rico, muy bonito, porque se trata de que entre por los ojos. Una vez que hayamos decidido el tema y el color, hagamos una lista de qué necesitaremos de cada postre. ¡No improvisemos! porque si no será todo más lento. Si hemos usado azúcar rosa para las galletas utilicémosla también para los cakepops, organicemos todos nuestros ingredientes, bajemos fotos de internet que nos sirvan de inspiración y llevemos nuestro plan hasta el final.


Los detalles. Es fundamental que nuestra mesa tenga estilo. Podemos comprar un montón de detalles de cartelería y bolsitas en Delipapel, pajitas y botellas de leche vintage en My little party, cápsulas de cupcakes especiales, pasar por una mercería para llenar todo de lazos y más lazos, pompones en Maison Pom Pom y así iremos completando nuestra mesa para que quede espectacular.


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