Todo empezó por unas virutas de chocolate ROSA que había comprado en Navidad en The food Hall y obviamente no había usado nunca. Porque ¿para qué sirven unas virutas rosas si no es para mirarlas y decir "qué bonitas"? Así que decidí que ya era hora y busqué una receta que pegara bien. Que tuviera algo de color rosa (fresas) y crema blanca por favor, para que mis virutas lucieran. Y rebuscando en todos mis libros me encontré con esta receta. Se llama así: Strawberry cheescake cupcakes y es de la pastelería inglesa Hummingbird, sí, esa tan bonita con un logo más bonito aún.
La diferencia entre mi receta y la suya es que yo añadí vainilla a la crema de queso y que ellos le ponen galletas Digestive machacadas para decorar, algo mucho más rico, pero mucho más feo que mis virutas.
La receta me encantó porque la hice en thermomix, es de las que se hacen al revés, empezando por la harina. Mucho más fácil y rápida. Crecieron un montón, pero vamos, que podéis hacerla perfectamente en batidora de varillas.
Ingredientes para 12 cupcakes:
Bizcocho:
120 gramos de harina
140 gramos de azúcar
una cucharadita y media de Levadura química
Una pizca de sal
40 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
120 ml de leche
un tapón de aroma de vainilla líquido
un huevo
12 fresas en trozos pequeñitos
Galletas digestive o María Para decorar
Colocamos en un bol harina, levadura, azúcar, sal y mantequilla, batimos muy poquito hasta que se formen gránulos. Añadimos la leche y la vainilla, volvemos a batir, y por último el huevo. Batimos muy poco hasta que sea una masa homogénea.
Colocamos en las cápsulas las fresas troceadas y encima la masa, hasta llenar 2/3 de su capacidad. Horneamos a 180º durante unos 18 minutos aproximadamente.
300 gramos de azúcar glass tamizada
50 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
125 gramos de queso Philadelphia
Batimos con varillas mantequilla con azúcar glass durante unos minutos, hasta que se unan bien. Añadimos de golpe el queso, batimos a velocidad media alta 5 minutos. No hay que batir de más ya que se puede quedar muy líquido.
La crema de queso que yo utilizo a menudo tiene mucha menos azúcar, casi la mitad, pero ésta es muy manejable, se queda una textura estupenda para la manga pastelera.
Bueno ¡pues ya me quité la espinita de las virutas! El siguiente capricho son unas perlas brillantes azules que me vuelven loca, a ver donde las coloco.